Los arrastradores eléctricos funcionan con baterías, ofreciendo opciones intercambiables o de litio, lo que permite una operación ininterrumpida 24/7 para mantener la fluidez de los procesos.
Al no generar emisiones por su uso, los remolcadores eléctricos son ideales para su operación en interiores, reemplazando equipos que funcionan con motores de combustión interna (ICE), como las carretillas elevadoras o los tractores de arrastre.