Alternativas a las carretillas elevadoras en la fabricación de maquinaria pesada

Los fabricantes de equipos pesados se enfrentan a una creciente presión para cumplir con la demanda, reducir los retrasos en producción y disminuir los tiempos de ciclo (TAKT).
Como parte de este proceso, a menudo se recurre a grandes equipos de manipulación de materiales, como las carretillas elevadoras, para movilizar cargas pesadas como subconjuntos a lo largo de la planta y durante las distintas fases de producción.
Sin embargo, debido a su considerable tamaño, su amplio radio de giro y la limitada visibilidad del operario, maniobrar con una carretilla elevadora en áreas de producción estrechas no es una tarea sencilla. Esto supone un riesgo de colisiones que puede ocasionar daños tanto en los productos como en los equipos de planta.
Estos riesgos, unidos a la presión bajo la que operan los fabricantes, hacen que el tamaño de los equipos de manipulación de materiales sea un factor clave en áreas de producción congestionadas, donde la precisión en el movimiento es fundamental.
El reto: la huella de la carretilla elevadora
Con cargas industriales típicas que pueden oscilar entre los 2.000 kg y los 20.000 kg, los fabricantes suelen depender de grandes y potentes carretillas elevadoras para movilizar productos pesados o subconjuntos.
Cuanto mayor es la capacidad de carga de una carretilla elevadora, mayor es también su tamaño y, en consecuencia, su radio de giro. Esto da lugar a máquinas voluminosas y difíciles de maniobrar en entornos de producción congestionados, aumentando el riesgo de daños en infraestructuras, productos e incluso personas.
Las carretillas también plantean retos adicionales en entornos de producción con alta densidad peatonal, donde los operarios trabajan muy cerca de los equipos. Cada vez más fábricas buscan establecer zonas “libres de carretillas” para reducir el riesgo de colisiones con peatones.
Por supuesto, existen aplicaciones en las que una carretilla elevadora es la solución adecuada – por ejemplo, para elevar palets pesados en almacenes. No obstante, en la fabricación de maquinaria pesada, las carretillas suelen utilizarse en espacios inadecuados o congestionados, o incluso de forma incorrecta para remolcar carros con ruedas pesadas.
Pero, ¿hay alternativas? Las cargas que los fabricantes necesitan movilizar son, a menudo, grandes, pesadas y complejas, lo que puede hacer difícil encontrar un sustituto a la carretilla en entornos de fabricación pesada. Si a esto se suma la necesidad de aumentar el rendimiento productivo y mantener tiempos de ciclo bajos, encontrar la solución adecuada puede convertirse en un verdadero reto.
La solución: arrastradores eléctricos
Con un diseño compacto y una huella reducida, un arrastrador eléctrico ofrece una alternativa eficaz a las carretillas elevadoras y se adapta perfectamente a las limitaciones de espacio de los entornos de producción modernos.
Además, su operación sin necesidad de licencia contribuye a reducir los tiempos de inactividad y los cuellos de botella en el transporte, permitiendo que cualquier operario pueda mover con facilidad cargas pesadas sobre ruedas.
Diseño compacto para movimientos precisos
En los arrastradores eléctricos y remolcadores eléctricos, la compacidad es la clave, y los fabricantes continúan optimizando sus diseños para hacerlos aún más reducidos, sin comprometer el rendimiento.
Existen dos configuraciones principales de arrastradores eléctricos:
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Los más compactos utilizan un sistema de transferencia de peso para mover la carga.
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El segundo tipo aprovecha el propio peso de la máquina para desplazar cargas pesadas.
En ambos casos, los arrastradores eléctricos son considerablemente más compactos que las carretillas elevadoras equivalentes diseñadas para mover el mismo peso.
Gracias a su huella reducida y a su radio de giro más estrecho, permiten a los operarios maniobrar subconjuntos pesados por las áreas de producción con mayor facilidad, reduciendo el riesgo de colisiones y fomentando un entorno de trabajo más seguro para los peatones.
Tamaño de la máquina y radios de giro
Con un diseño más estilizado, los arrastradores eléctricos ofrecen una visibilidad inmejorable al mover cargas pesadas, en comparación con máquinas más grandes como las carretillas elevadoras.
Asimismo, pueden equiparse con tecnología adicional como el control inalámbrico, que ayuda a reducir aún más el riesgo de colisiones, mejora la visibilidad del operario y garantiza un movimiento más seguro en zonas congestionadas.
Los arrastradores eléctricos y remolcadores eléctricos se convierten, por tanto, en la elección obvia cuando se requiere navegación precisa y movimientos controlados, frente a las voluminosas y poco manejables carretillas.
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